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2023 07

DESCUBRIENDO LA CASA RODA EN ARCHIDONA

 

 Anjel Alejandro RODAS PINOCHET

 

 

Con ocasión del viaje desde Chile de la prima Josefina Jaque Rodas a nuestro hogar, en El Campello, Alicante, España, realizamos la imperdible peregrinación al pasado de nuestros ancestros; el viaje al pueblo de Archidona (Málaga).

 

Y esto fue lo que encontramos. Pero sin antes reconocer que, sin el arduo trabajo de investigación y creación genealógica, de años de realización, de Bernard Marot, esposo de la prima Gabriela Troncoso Rodas, esta historia no habría sido posible, pues la información de localización precisa que este contiene se lleva todo el mérito.

 

Hoy, puesto en perspectiva el árbol genealógico familiar, una obra intelectual que traspasa generaciones, y,  creo imaginarme, será una guía de identidad para las generaciones recientes y las que vendrán.

 

Estas notas reseñan lo que se titula, "al encuentro de la casa Roda" en Archidona; se trata de un intento de darle vida a los personajes, su caracterización en el tiempo y espacio; a descubrir algunos momentos de vida de los abuelos. Interpretando la vena poética de la prima Gabriela,… diría,… son los brotes verdes del árbol, los que dan vida a la porfiada descendencia.

 

La ubicación exacta de la casa donde residían nuestros bisabuelos y abuelo, la calle y su numeración:  Carrier Carrera 74, Archidona.

 

Aquí nace esta historia. Fue para nosotros (María Cecilia mi esposa, Josefina y el suscrito) un hallazgo.   

   

Hallazgo, porque según la información proporcionada por María Dolores Rodas Pinochet, mi hermana, esa casa había sido demolida; pero que la vivienda contigua era igual, así uno podía imaginarse lo que había sido alguna vez la casa de los Roda, en Archidona.

 

Esta información (dada por verdadera), por supuesto, condicionaba anticipadamente lo que imaginábamos que seria lo que encontraríamos: un sitio vacío (probablemente) con una casa al costado (sin saber si correspondería al lado izquierdo o derecho), y que dicha casa sería muy similar a la que correspondería a nuestros antepasados.

 

Para reafirmar esta suposición sabíamos que otros hermanos y primos, que habían peregrinado hasta Archidona, no habían insistido mayormente en ubicar dicha dirección, sino concentrado su atención en conocer el pueblo e imaginarse que por allí transitaban y transcurría la vida de los abuelos.

 

Por cierto, y con fecha posterior a esta visita que os relato aquí, me narraba el primo Gonzalo Rodas Sarmiento, que, hace algunos años, estuvo en Archidona con su familia y puso su atención en dos hitos del pueblo; la "Plaza Ochavada", construida por Francisco Astorga (a la sazón tatarabuelo de nuestra bisabuela Astorga) - en la foto se aprecia Anita, la esposa de Gonzalo -;  y otra parada en su estadía fue conocer el convento de las monjas Mínimas, ya que una hija de este antepasado había sido monja de esa congregación religiosa. En foto adjunta la reseña de esta ilustre, enviada por Gonzalo.

 

Ambientar y dar contexto a la información previa, es lo que califica la sorpresa del hallazgo y el impacto que representa para quienes fuimos actores de este encuentro con la casa Roda, en Archidona.

  

Estando ya dentro de Archidona, Josefina me pregunta por la dirección de la casa de los abuelos para concretar el objetivo del viaje. Para justificarme, debo decir que no tenia importancia conocer la dirección puesto que la casa no existía.

 

 ¡Oh! sorpresa… (para la prima) no la tenia ni tampoco me había preocupado de eso. Así se origina el mensaje de texto, que Pepa envía a Bernard solicitando la dirección.

 

La respuesta casi inmediata, es muy digna de celebrar. Fue recibida con aplausos y hurras!!!, sin desconocer el beneficio de la tecnología inalámbrica y de los smartphones.

 

Los pormenores para encontrar la numeración (74) dentro de la calle (Carrera) fueron graciosos, porque nuestra referencia primera fue ubicar un terreno desocupado que coincidiera en aproximación numérica; de hecho, en el primer sitio desocupado que vimos, ahí estacionamos el vehículo.

 

Hoy, mirando el video que tomamos en ese lugar, pensamos que hasta ese instante todavía manteníamos la idea de ubicar terreno vacío y casa contigua; y este video, anexo, lo corrobora.

 

La numeración lado izquierdo impar y lado derecho “par”.

 

Mencionar también que las mismas alturas de numeraciones (por ejemplo # 50 derecha y # 51 izquierda) están muy desfasadas; tal es así, que, al frente de la numeración Carrera 74, aparece la casa con el # 47 y 49 (ver foto, bandera azul en el balcón).

 

Al momento de escribir, sabemos que Bernard, por allá en los años 2006/2007, obtuvo el acta de nacimiento del abuelo Antonio de María Roda Astorga, pero que no logró alcanzar hasta esa ubicación, puesto que su objetivo se concentraba, por entonces, en elaborar la genealogía.

 

La casa está situada en Carrier Carrera 74, esquina callejón El Cañito, CP 29300 Archidona, Málaga, Comunidad de Andalucía, España.

 

¿Pero, cómo llegamos ahí?

 

Como estamos narrando, al descender del vehículo, todavía la idea era ubicar el sitio hacia que estuviera próximo algo como el # 74 de la calle Carrera. Mientras terminaba de aparcar bien el vehículo (de alquiler) en esas calles tan estrechas, Chechi tomaba fotos del sitio vacío y de la casa contigua.

 

Sin  embargo no coincidía la numeración con lo que estábamos mirando; ahí se anota un punto a María Cecilia (Chechi), que invita a Josefina para buscar el número, iniciando la caminata tras el comentado # 74 de la Calle Carrera.

 

Debo confesar que, hasta ahí, daba por terminada la búsqueda de la casa, y por eso retorno al auto; y desde allí, observo el paso decidido del caminar de ambas. Reacciono y voy tras ellas, pero ya están bastante distantes y de repente, las veo conversando en la entrada de una casa con un señor que las recibía.

 

Ubicaron el # 74 y Josefina decidió tocar la puerta y consultar sobre antiguos dueños.

 

Quien las recibe resulta ser el actual propietario, que luego de escuchar la extrañísima consulta de ambas mujeres de hablar extraño, las invita a pasar; y en ese instante las alcanzo.

 

Según el actual dueño, abogado Francisco Molina (cuyo número de celular publicitado por él en su aviso profesional que aparece en la ventana derecha de la puerta principal es +34.615.690.526), a la casa se le agregó una planta superior.

 

En Chile seria una casa de tres pisos, y en España se considera de dos plantas.

 

La amabilidad que tuvo Francisco para con nosotros tres, fue muy cordial e informativa.

 

Intento hacer una descripción de la  casa porque tiene curiosidades que fueron apareciendo mientras Francisco nos relataba cómo había adquirido su propiedad; al mismo tiempo era evidente ver como crecía su entusiasmo en la medida que también nosotros aportábamos información coincidente con lo que él disponía; nuestra fuente informativa, obviamente era la de Bernard.

 

Nos hizo ingresar a su vivienda y pasar a su escritorio donde estaban sus PC e impresora, juntos a su escritorio y mini biblioteca. Debió estar trabajando a esa hora porque su computadora estaba encendida, y en corto tiempo abrió una carpeta para rescatar e imprimir velozmente las hojas correspondientes a la escritura de compraventa que relacionaban las fechas de la época de nuestros abuelos.

 

Aquí falta decir que es normal en España que las escrituras de la propiedad describan los distintos dominios desde su origen; y este caso nos dice Francisco que dispone, escriturada en su ordenador, toda la información a partir del año 1860, ya que lo anterior no está registrado en los anales de la Hacienda pública del Reino de España, al menos de ese pueblo.

 

Antes de describir la casa Roda de Archidona, es preciso situar geográficamente el pueblo, el cual se ubica en la Sierra Andaluza de la Provincia de Málaga, sector montañoso, con ríos amenizado con cultivos de olivos y flora natural; y escasa ganadería.

 

El relieve topográfico del entorno de la casa merece un comentario que explica su forma y la existencia de una cueva. Existen cuatro calles paralelas (hacia el norte, detrás de la casa: calle Don Carlos, calle Siles, calle Piedrahita y calle Alta); de ahí, para arriba, el cerro es muy empinado.

 

El callejón Cañito al costado de la casa, en esa dirección, va en subida. Mirando hacia lo alto del cerro se ve un mirador, y, más arriba, un Castillo Fortaleza, el de Archidona (reconstruido).

 

Muestro un conjunto de fotos  de la casa, desde distintos ángulos.

 

Corresponde a una vivienda de esquina, que frontalmente dispone de tres plantas, aunque en el último piso existe una terraza desde donde sobresale la cúpula de vidrio que otorga iluminación natural al hall central, y escaleras de todos los pisos que dan al frontis y hacia atrás; adosada a la  vivienda posterior, una cuarta planta cubre la mitad de la superficie de la ultima planta.

 

En la conversación, nos aclaró que la habitación izquierda del frente de la casa fue vendida, en tiempos de la guerra civil española, a los dueños de la casa vecina (algo aceptado en la legislación española); algo rarísimo para nosotros.

 

Cuando él adquirió la casa, la habitación derecha, frente fachada, estaba arrendada a un relojero muy antiguo y conocido de Archidona; al fondo de esta habitación hay construido un pequeño baño completo.

 

Como cosa curiosa, nos mostró una instalación de cerrojo articulado y giratorio (imitando el mecanismo relojero) para abrir la puerta, que ideó y fabricó este relojero para la casa; una pieza única y muy ingeniosa.

 

Detrás de la puerta de entrada principal, a unos 1,8 m, hay una mampara vidriada que se puede apreciar al agrandar la foto; justo a la derecha, a media altura, se ubica el mecanismo relojero para abrir esta puerta.

 

Pasada la mampara, está el hall de distribución y acceso a la escalera, con cuatro pilares, que son originales. Nos contó también el abogado que la escalera fue cambiada de ubicación al lado opuesto cuando se construyeron los pisos altos añadidos.

 

Hacia el fondo del hall está la habitación más grande, y es donde se ubica la cueva escavada en el cerro.  En dicha habitación, temporalmente, tiene el abogado su escritorio.

 

La última foto muestra la altura interior de la casa y la especie de bóveda de vidrio que remata el nivel superior. Mirando en detalle las fotos exteriores de la casa, se puede apreciar que existe un cuarto piso parcial, precisamente situado en la línea superior sobre el escritorio; se visualiza exteriormente, en el cuarto piso, un equipo de aire acondicionado.

 

Las fotografías no son un acto de intromisión en la vida del dueño, sino por el contrario era su insistencia en mostrar con orgullo cómo él ha mantenido su casa; no accedimos a seguir subiendo por considerar que lo nuevo construido ya no correspondía al original de la vivienda.

  

La esposa del abogado le señaló a su esposo que nos mostrara el piso del closet, en la segunda planta, porque era original; de madera.

 

Le consultamos cómo era el tema de los baños en la época de nuestros antepasados, y tuvo la ocasión de decirnos que existían pozos en las casas (para disponer de agua) y que, precisamente en esta casa, él lo había cubierto, y nos lo mostró señalando una esquina de su escritorio. Recordó que, en los tiempos pasados, el equivalente al alcantarillado era externo y corría por la calle: entendía que la cueva actuaba de depósito transitorio y que la inclinación de la calle y lo lluvioso de aquellos años ayudaban a la limpieza.

 

Como se refleja en la pormenorizada descripción de la casa costumbres y hábitos, fue un regalo proporcionado por Francisco, porque a esta altura también lo tuteábamos. Nos dijo que estaría dispuesto a recibir visitas de otros descendientes.

 

La donación de 10 páginas de las escritura de traspasos, herencias y compraventas sucesivas del tiempo de nuestros abuelos, bisabuelos y tatarabuelos, nos confirma la vida de ellos en dicha propiedad. Por supuesto que confirma rotundamente la construcción genealógica que Bernard Marot ha desarrollado y que, para mí, enriquece su obra y me motiva a cooperar con antecedentes.

 

Una reflexión que cruza esta historia y reconocimiento, es la "movilidad" trashumante de nuestros abuelos.

 

¿Cuál habría sido la motivación para salir de Málaga y cruzar el Atlántico?

 

¿Qué contactos desarrollaba el abuelo Antonio Rodas Astorga para mirar hacia otros horizontes?

 

Mirando el certificado de nacimiento de mi padre Angel Rodas Sanchez, éste fue inscrito en Málaga (no en Archidona). Allí se menciona la calle Cister # 9; hoy es un edificio posterior a 1950, pero que se ubica en el centro antiguo de la ciudad.

 

¿Uno puede imaginarse que la relación de los abuelos entre Málaga y Archidona debió ser medianamente activa?

 

Yo imagino que Antonio, mi abuelo, debió partir de Archidona a estudiar a Málaga; y se decidió en algún momento por filosofía, alrededor de 1891/1897.

 

Antonio al momento de casarse, trabaja como docente en el Colegio San José de Calasanz, en Málaga.

 

Existe un logo de timbre del Colegio San José de Calasanz, donde reza que el Licenciado Antonio Rodas Astorga era director de enseñanza de 1º y 2º grado.

 

Nota: 

Este logo apareció (según mi parecer) recién el año 2023; me dice la prima Josefina que una de las primas Rodas Sarmiento se lo hizo llegar.

 

Aquí surgen cuestiones sin respuestas; ¿por qué el abuelo habrá decidido llevarse este recuerdo?

 

¿Cómo habrá sobrevivido este recuerdo desde su fallecimiento en Chillán en 1923 y luego después del terremoto que asoló Chillán en 1939, y donde fallece nuestra abuela Dolores?

 

¿Habrá estado guardado en envase muy preciado y los hijos lo mantuvieron, porque su padre mencionaba con cariño y nostalgia, la época del Colegio San José de Calasanz?

 

María Dolores Sanchez Gallardo (1884) se casó con Antonio Rodas Astorga (1873) cuando tenía 19 años de edad (Junio 1903), con 11 años menos que Antonio; éste, al momento del matrimonio, tenia 30 años.

 

Debemos suponer que ambos se conocieron en el centro educacional donde estudiaban, o tal vez en algún encuentro social de amigos, y aquello que los unió debió ser de carácter intelectual. Esto en alusión a que Dolores estudiaba como profesora de piano, y él, filosofía.

 

Luego de analizar los antecedentes de nuestros padres, el trabajo de Bernard y la información proporcionada por el actual propietario de la casa de Archidona, queda claro que nuestro padre Angel Rodas Sanchez nunca vivió ni conoció Archidona; solo la familia del abuelo Antonio Rodas Astorga tenia lazos familiares y bienes en Archidona. Era la abuela María Dolores Sanchez Gallardo, quien vivía en Málaga, y los padres y abuelos de ella, a su vez, provenían de un pueblo cercano a Málaga (mas costero que Archidona), llamado Macharaviaya, a unos 25 minutos en auto.

 

Yo no habría realizado este escrito si Bernard no hubiera abierto en mí la inquietud de otorgar contexto a los personajes de la genealogía.

 

Me queda claro que la línea Sanchez de Juan Roda, nada tiene que ver con la línea Sanchez de María Dolores, otros ascendientes y geográficamente también separados; una proviene de Archidona y la otra de Málaga. Aplica lo mismo para el cruce de apellido Gallardo en ambas familias; provienen de líneas ascendientes diferentes.


2023 07


 2023 08

A LOS DESCENDIENTES DE D. ANTONIO MARIA RODA ASTORGA

Familia Molina Vegas.

 

Ante todo queremos agradeceros que aquel día 21 de mayo llamarais a nuestra casa, y desde entonces también la vuestra, para hacernos partícipes de vuestra ilusión, cuando vimos vuestra expresión al estar en la casa en la que un día vivieron vuestros antepasados. Estaba de Dios, que el día que visitaron ustedes Archidona, nos conociéramos y les pudiera enseñar la casa. A veces no podemos explicar las fuerzas que nos mueven hacia un lugar, pero si tengo claro una cosa, que vuestra búsqueda, cuenta con el favor de vuestros antepasados. Entre otras cosas me ha llamado la atención que sois la cuarta familia que he conocido que habitó en el pasado la casa, siendo la vuestra la más antigua.

 

En una ocasión, un cliente que tendría sobre unos 80 años de edad y que residía en Barcelona, se desplazó a Archidona (Málaga) para comparecer como testigo en un juicio en el que yo era abogado de una de las partes. Cuando entró en la casa, dijo que había vivido en esta casa con su padre, y dos familias más, allá por el año 1940.

 

En vuestro caso, imaginad que un domingo de mayo, al anochecer, tocan en vuestra puerta y os dicen que son descendientes de quien habitó vuestra casa hace más de cien años, la sorpresa inicial es mayúscula, y más si cabe cuando compruebas en documentos históricos como están en lo cierto.

 

Creo que las cosas siempre ocurren por algo, y supongo que esta casa siempre ha tenido una fuerte relación con sus moradores. Únicamente nos cabe deciros que tenéis las puertas de esta casa siempre abiertas.

 

Un abrazo.

 


2023 08



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