valenzuela (garcia)_actualmente


1949-….

de Quelén a Planoise

por Gabriel VALENZUELA GARCIA

hijo de Pedro Antonio VALENZUELA CEPEDA

y de Pascuala del Carmen GARCIA GARCIA

 

 

 

Yo soy nacido en la comuna de Salamanca, norte de Chile, octavo hijo de una familia de 10 hermanos y 3 hermanas.

 

Gracias a la Escuela Pública yo estudié hasta el sexto año obligatorio, y hasta el octavo en clases nocturnas. Toda mi familia: abuelos, tíos e hijos (nosotros) vivimos de la agricultura, un poco de la crianza de vacunos y cabras, del comercio, etc.…

 

No éramos propietarios sino inquilinos y arrendatarios.

 

Por falta de medios económicos solamente dos de mis hermanos mayores pudieron estudiar hasta el octavo año en el liceo de la comuna de Salamanca.

 

Mi padre comenzó muy joven como militante político y sobre todo sindicalista. Cada vez que yo podía ir con mi padre a reuniones, lo seguía paso a paso. Yo mismo ya era un joven militante a los quince años.

 

Mi padre me explicó el motivo del por qué me bautizaron con el nombre de Gabriel; él me explicó que en el año 1946, un militar llamado Gabriel Gonzáles Videla dió un golpe de Estado y gobernó hasta 1952. Luego siguió una gran persecución política y sindical.

 

En 1948 decretó que toda familia que tuviera mínimo 8 hijos hombres recibiría un bono del Estado y, para agradecerle este gesto, me llamaron Gabriel. Mi padre se salvó de la represión.

 

En 1958, durante el gobierno de derecha de Jorge Alessandri se inicia una primera Reforma Agraria: "La tierra debe ser propiedad de aquéllos que la trabajan", pero dicha reforma quedó solo en los papeles. No podía expropiar a sus amigos y familiares. Desde 1964 a 1970, programa del Presidente Demócrata Cristiano Eduardo Frei Montalva: su programa político era "La revolución en libertad".

 

Fue un avance muy importante. Se procedió a la expropiación de tierras principalmente abandonadas. Hubo también importantes programas habitacionales en todo el país.

 

En 1966 yo decido irme del campo a la Ciudad de Viña del Mar, a trabajar en la construcción durante un año. En 1967 regresé al campo una parte de mi tiempo.

 

Allí yo trabajaba en la agricultura, pero también creé en el hogar familiar un pequeño taller de reparación de calzados, y también trabajé como pequeño comerciante ambulante los fines de semana, revendiendo helados con un carretón.

 

 

En 1967 siempre durante el Gobierno de Frei, éste hace votar una ley que permitiría a los campesinos (inquilinos), obreras y obreros agrícolas,… organizarse en sindicatos representativos a nivel comunal, departamental, regional, provincial y nacional. Además la ley crea la obligación de constituir Sindicatos donde todos los trabajadores y trabajadoras, sean socios o no, estén obligados a cotizar para financiar centros de formación sindical agrícola.

 

Los empleadores retiran del salario la cotización.

 

El 12 de Octubre de 1968 yo, junto con cientos de trabajadores, constituimos un sindicato comunal en nuestra comuna con personalidad jurídica, que reagrupaba más de 1200 socios. Yo soy elegido tesorero.

 

Este mismo año comienza la aplicación de la Reforma Agraria en nuestra Región; yo contribuyo activamente y participo en la creación de una Cooperativa Regional multi activa; soy elegido miembro del consejo de administración, y soy designado Representante Comercial.

 

Fue para nosotros una gran realización, mi rol fue buscar mercado par vender nuestros productos y a la vez comprar los productos de primera necesidad para los socios y sus familias. También creamos un "pool" de maquinarias agrícolas en colectivo.

 

Nuestro exitoso proyecto cooperativo duró 5 años, hasta el golpe militar de los traidores civiles y militares. El 11 de Septiembre de 1973, fue el golpe militar, con Augusto Pinochet a la cabeza.

 

El jueves 13 de septiembre a las 16 horas, porque era Presidente de la Cooperativa, Militante Sindical y partidario del gobierno de la Unidad Popular, soy detenido en las oficinas de la Cooperativa, por carabineros y civiles armados, miembros de los partidos políticos de extrema derecha.

 

Soy conducido a un calabozo en donde ya tenían encerrados a 4 compañeros militantes, partidarios del Gobierno de la Unidad popular.

 

Nos tienen encerrados durante una semana, durmiendo como podíamos sobre 3 paletas de madera y sobre un piso mojado. Si solicitábamos ir al baño, o tomar agua, los pacos nos insultaban de todas las formas imaginables.

 

Podíamos comer gracias a familiares y amigos que nos traían desayuno, almuerzo y comida.

 

Después de esta semana nos trasladaron a la comisaría de la ciudad de Illapel a 33 km. Nuevamente insultados por los "pacos", ignorantes y sin educación.

 

Algunas horas más tarde, nos fueron a encerrar a la cárcel pública.

 

Allí nos encerraron, incomunicados, a cada uno en una celda individual, y durante una semana. La semana siguiente la incomunicación fue levantada. Pudimos salir a un patio. Durante una semana nos tuvieron junto a delincuentes comunes. Después nos separaron. Quedamos solos los detenidos políticos en un patio. Cada día seguían llegando compañeros detenidos, acusados de comunistas, de terroristas,… etc.

 

A comienzos de Octubre del 73, familiares de amigos detenidos traían el diario. Nosotros comentábamos los artículos que detallaban algunos aspectos de las condenas de los presos que acababan de ser condenados por los llamados "Consejos de Guerra"; puros simulacros…; leyendo las acusaciones, eran condenados a 6 meses, 541 días o dos años de cárcel.

 

Nosotros que no habíamos cometido delitos, salvo el de ser militantes de un partido político o sindicato, derecho que nos era garantizado por la constitución, nos decíamos: nos van a condenar a 6 meses de cárcel. Qué error de análisis de nuestra parte hacia todos estos militares y civiles rastreros.

 

 

El 15 de Octubre del 73 Pinochet ordena al general Sergio Arellano Stark de partir en misión, desde la Zona Central, acompañado de los Boinas Negras, hasta Arica para traumatizar a la ciudadanía más que a los propios detenidos.

 

Llegan a La Serena el 16 de Octubre al medio día. En la tarde de este mismo día, Arellano, con la complicidad de militares y civiles, decide de hacer fusilar 30 detenidos políticos de la cárcel de La Serena, la mayoría de ellos ya habían sido condenados, de 5 a 10 y 30 años de cárcel por el llamado Consejo de Guerra de La Serena.

 

El 17 de Octubre del 73 cuando la población se informa por el diario "El día" de La Serena de los crímenes que la junta militar acababa de cometer, el Arzobispo Católico de La Serena Juan Francisco Fresno, guarda un silencio total de complicidad.

 

Dos días después de haber cometido los crímenes, en la cárcel de Illapel, nosotros, todos los detenidos políticos de Illapel recibimos la orden de que el 19 de Octubre, solamente 2 días después del asesinato seríamos trasladados al Regimiento de La Serena; éramos 35 compatriotas todos acusados de querer asesinar las familias de los militares, carabineros y civiles que se oponían al Gobierno de la Unidad Popular. Nosotros viajamos traumatizados.

 

En cuanto la micro que nos trasladaba llegaba al Regimiento, éramos recibidos por un puñado de pobres tipos llamados militares, con insultos de todo orden,… en relación con el nivel de educación que poseían.

 

Ya era la una de la mañana del 20 de Octubre cuando nos trasladaron a la penitenciaría de La Serena; allá fuimos acogidos por un grupo de los llamados en Chile "gendarmes" de prisión. Nuevamente insultos que subían y bajaban.

 

Al interior de la Penitenciaría nos empujan para poder entrar en 2 colectivos que estaban llenos de detenidos acusados de políticos, comunistas,… etc.; la mayoría, estaban tratando de dormir sentados, pues no podían estirar las piernas por falta de espacio.

 

Escuchábamos los lamentos de muchos compañeros que habían sido torturados.

 

Algunos apenas podían estar parados, o abrir los ojos, debido a los golpes que habían recibido. Había en ese lugar 1 solo baño servicio higiénico para más de 100 personas, y sin estanque de agua; había que recuperar el agua del lavamanos para echar a la taza del baño.

 

A las 9h de la mañana nos sacaban a un corredor de cerca de 6 m de ancho por unos 20 m de largo hasta las 18h. Todo el día parados pues no había asientos; podíamos caminar, felizmente.

 

Nos entregaban un jarro con un poco de té, un pan y un plato de comida al medio día.

 

Los meses pasan entre tanto y algunos representantes de la Cruz Roja internacional nos visitan: autorizados para poder visitar los lugares llamados dormitorios constataron que dormíamos en el mismo suelo, hicieron llegar 500 colchones y 1000 frazadas para nosotros, los detenidos políticos.

 

Nos distribuyeron una colchoneta y 2 frazadas a cada uno de nosotros.

 

En 1974, el 22 de Abril, a todos los detenidos que nos habían traído de Salamanca e Illapel, nos comunican que somos condenados a diferentes años de cárcel o relegados, sin haber tenido derecho a defendernos por un abogado.

 

Aceptan la presencia de Amnistía Internacional durante el Consejo llamado de Guerra.

 

 Sin derecho a hablar, escucharon los cargos sin base jurídica y se retiraron.

 

 

A comienzos del año 1975, comenzaron a trasladarnos por grupos a las cárceles más próximas de nuestros lugares de residencia para que nuestras familias pudieran visitarnos.

 

Yo, junto a otros compañeros de Salamanca, fuimos trasladados a la cárcel de Illapel, después que la Iglesia Católica interviniera.

 

30 de mayo 1976 - Santiago de Chile

 

Me embarcaron en un avión con destino a Francia, después que yo aceptara la expulsión de mi patria, a cambio de la libertad, sin que yo supiera hablar ni una sola palabra de francés.

 

Cuando un llamado profesor comenzó a explicarnos el idioma yo lloré de pena y tristeza, lo único que deseaba era poder volver a mi patria que, hacía solo algunas semanas, había abandonado. En mi corazón, yo sabía que no podía volver.

 

Yo reconozco públicamente que, como chilenos exilados, fuimos muy bien acogidos por una gran mayoría de familias francesas, "asociaciones", sindicatos, Iglesias, partidos políticos principalmente de izquierda o progresistas.

 

Nos organizamos como chilenos exilados con la ayuda de instituciones francesas para formar una Cadena de Solidaridad con una mayoría de nuestros compatriotas que luchaban al interior de nuestro país para tratar de restablecer la democracia y la libertad. Enviábamos, como podíamos, ayuda financiera para que en Chile financiaran la resistencia.

 

Yo comienzo a trabajar en una empresa que fabricaba artículos de viajes (maletas).

 

Muy pronto empiezo a militar en uno de los dos sindicatos que existían en mi lugar de trabajo.

 

Rápidamente soy elegido representante de los trabajadores, al mismo tiempo que seguía el aprendizaje del idioma; dos horas cada semana, durante mi tiempo de trabajo, y después cada sábado durante la mañana de mi día de descanso.

 

 Me gusta mucho precisar que cuando un porcentaje de franceses, a propósito de los extranjeros, declaran que éstos se han integrado bien, yo rechazo este término. Siempre estimé que cuando somos acogidos en otro país que el nuestro, debemos respetar las leyes y las instituciones, sin ser integrados…

 

 

Poco tiempo después conocí a Jeanine, la que más tarde será mi esposa. La que me dio un hijo varón y una hija mujer. Yo estoy feliz y orgulloso de que, juntos con mi esposa, pudiéramos educar a nuestros hijos gracias a la escuela pública. Hoy son profesionales. Pues yo no tuve la posibilidad de adquirir una profesión.


2022 10 05