valenzuela (garcia)_recuerdos de infancia


1949-….

recuerdos de Salamanca

por Gabriel VALENZUELA GARCIA

 

 

Algunos recuerdos de mi niñez

Había un caballero llamado José Cáceres, que vivía con nosotros, pues él trabajaba con mi padre como obrero agrícola. Cada vez que yo podía andar con mi padre, lo hacía. Don José me contaba que había trabajado con un chinito y cada día a la hora que había que hacer de comer le preguntaba al chinito ¿qué vamos hacer de comida hoy? Papitas con arroz y así cada día le respondía la misma cosa el chinito, papitas con arroz…

 

Otro recuerdo de la Escuela

Cuando yo estaba en la escuela primaria había un alumno que se llamaba Aliro Días, era de mi edad. Me molestaba siempre, tanto en la Escuela como en el exterior. Yo le tenía miedo, yo no fui, ni era peleador.

 

Hasta que un día, 15 o 16 de septiembre estábamos en la sede del club deportivo de Quélen preparando la ramada donde iba a tener lugar el Baile tradicional de las fiestas Patrias. Comenzábamos a entrar ramas de sauce y arrayán que traía una carreta. En un momento yo entraba varias ramas que se arrastraban por el suelo, cuando mi enemigo camina voluntariamente sobre mis ramas con el propósito de hacerme caer, yo largo las ramas, y me vuelvo furioso hacia él y le pongo un buen puñete en la cara y él se pone a sangrar como si alguien lo estuviera sangrando. Ahí no más se terminó el maldito Aliro, nunca más me molestó. Comenzó más bien a ser un amigo.

 

A los 20 años me fuí.

 

A los 20 años volví. No encontré ni al gallo que me cantaba en la mañana ni al perro que me ladraba. Tuve que pasar a la carnicería de mi hermano Rosimbel para que me diera carne para criar otro perro.

 

Me recuerdo también de mi hermano Pedro Enrique…

… durante su pololeo con la Srta. Victoria Olivares, quien más tarde sería su esposa.Un domingo por la tarde, mi hermano le pide el caballo equipado con montura a nuestro padre, para ir donde los padres de la polola, y me pide a mí que le acompañe para que recupere el caballo que nuestro padre estaba esperando.

 

Aproximadamente 30 metros antes de llegar a la casa de la polola se encontraba el corral con las cabras en donde la polola estaba ordeñando las cabras.

 

Mi hermano se pone con el caballo frente al corral, mirando a la Srta. con la mirada que se imponía; la polola continuaba tirando las tetas de una cabra, yo, que acompañaba a mi hermano, escuchaba y miraba mientras mi hermano desde el caballo le hablaba palabras de amor; yo veía muy bien que la polola nos había visto llegar; pero se hacía como que no hubiera visto que estábamos ahí. Mi hermano Pedro Enrique al ver que la polola se hacía la sorda, cambió su tono y le dice mijita linda me va a escuchar o salto con caballo y todo al medio del corral y le doy vuelta el balde con la leche. Inmediatamente la polola dejó de tirarle las tetas a la cabra, se puso de pie, miró a su pololo y le preguntó lo que quería. Mi hermano le manifestó que venía para compartir con ella y sus padres. Ella le manifestó que fuera a verlos y pidiera si ellos estaban de acuerdo. Mi hermano llevaba una garrafa de 10 litros de vino para hacer la fiesta. Nuestros padres conocían a los padres de la polola, se puede decir que el camino ya estaba comenzado, y le dijeron inmediatamente que sí. Lo hicieron entrar; pero tuvo que esperar que la polola terminara de ordeñar las cabras!

 

Enseguida yo recuperé el caballo y se lo traje a nuestro padre. 


2022 10 05